El eje central de la identidad corporativa

El logotipo se planteó como el eje central de la identidad corporativa del proyecto. Para su creación, nos inspiramos en los gestos de los acuarelistas en su momento de máxima inspiración durante el proceso creativo. Las pinceladas libres y fluidas que recorren los lienzos quedaron representada en una forma gráfica que atravesaba el logo. Como contrapeso, decidimos utilizar una tipografía estructurada. Estos dos elementos juntos crean un equilibrio perfecto entre el arte y la tradición cultural de Caudete.

La gama cromática jugaba un papel fundamental en la narrativa visual de la marca, debía reforzar esta idea del “equilibrio perfecto”. Seleccionamos colores vibrantes, que recuerden la fluidez, el movimiento y los pigmentos de acuarela, junto a colores neutros, que recuerdan a la sobriedad, las piedras y la historia patrimonial del entorno.

Los elementos que dan vida a la exposición

La identidad se desarrolló en diferentes elementos expositivos que reforzaban la imagen de la marca, transmitiendo sus valores y haciéndola reconocible y coherente para el público. Uno de los elementos principales de esta exposición fue el photocall, fundamental para un acto institucional. En él aplicamos un degradado con los colores de la marca, aludiendo al dinamismo y al trazo artístico, junto al logotipo y las pinceladas que lo componen.

Otro elemento que desarrollamos fue trofeo conmemorativo, una pieza simbólica de alto valor institucional y emocional. Lo diseñamos en chapa de hierro lacado en barniz transparente. El diseño, con el símbolo gráfico de la identidad, representa el reconocimiento al compromiso con el desarrollo artístico del municipio.

El resultado fue una identidad que convive entre lo institucional y lo emocional, la expresividad artística y la tradición cultural de Caudete.