 
Tres pasos para generar ideas originales que definen una marca
Pero, ¿de dónde nacen esas ideas que logran crear una experiencia única y memorable? En nuestra metodología, la originalidad no es un golpe de suerte, sino el resultado de un proceso estructurado que aplicamos en nuestra estrategia de marca.
Así que aquí os dejamos nuestro secreto, los tres pasos clave que usamos para crear ideas originales, rompiendo con lo preestablecido.

La inmersión emocional: Sumergirse en la idea
El error más común a la hora de generar ideas originales es centrarse en la venta y dejar de lado el factor emocional. Pero si lo que buscas es conectar con la gente y que te recuerden no basta con un diseño bonito, tienes que emocionar.
Un ejemplo claro es el proyecto de Enoturismo. Para él necesitábamos una idea que reflejara la inmensidad y la riqueza de la cultura del vino de la región. Una idea que nos permitiera llevar al lector a esa experiencia y que, a través del dossier conectara emocionalmente.
Y entonces, se nos ocurrió: el mar.
Pero ¿Por qué el mar? Elegimos la temática de las profundidades marinas porque nos permitía cumplir dos objetivos esenciales del storytelling:
- Crear una experiencia auténtica: El mar representa la inmensidad, la riqueza del fondo y el misterio. Estos valores se alineaban perfectamente con la profundidad y la tradición de las experiencias enoturísticas de la Comunidad Valenciana.
- Diferenciación en un mercado saturado: En un mercado donde muchos dosieres son repetitivos, necesitábamos una historia única que lo hiciera destacar.
Así nació el hilo conductor del dossier, en el que invitábamos a los lectores a sumergirse, literalmente, en la cultura del vino. Con esto conseguimos no solo tener una idea original, sino conectar emocionalmente. La idea funcionó porque no se quedó en lo superficial, tocó emociones.

El salto conceptual: Cómo romper las reglas
Una vez teníamos el concepto principal, pasamos a la siguiente fase. Aquí pasamos a convertir la idea original en algo tangible.
En el caso del dossier de Enoturismo, partimos de la idea del mar, y lo desarrollamos en estos tres puntos:
- Personajes y ambientes: No se trataba de dibujar peces, sino de crear elementos creíbles que contaran una historia. Para ello transformamos medusas en abrebotellas y creamos baúles del tesoro llenos de botellas de vino. Estos diseños contaban una historia visual y convertía objetos cotidianos en una metáfora.
- Diseño editorial: El diseño gráfico de la revista debía de tener coherencia. En toda la maquetación nos centramos en integrar los personajes y ambientes y utilizar una paleta de colores, formas y tipografías que creara coherencia y reforzaran la identidad del proyecto.
- Coherencia narrativa: Todo el contenido, desde la primera página hasta la última, mantuvo un tono y un mensaje alineado con los valores de Enoturismo valenciano

La coherencia total: Asegúrate que cada detalle suma
El éxito de este proyecto está en la demostración de que una estrategia creativa no es un adorno, sino el corazón del branding. El storytelling bien aplicado hace que el público se identifique y desee el producto, pero más importante aún:
Humaniza la marca: Al crear una historia auténtica y emotiva, se crea una conexión emocional con la audiencia, haciendo que la marca se recuerde más.
Refuerza la lealtad: Las marcas que alinean las historias con sus valores y la misión de la empresa, consiguen construir una conexión auténtica y duradera con el consumidor.
Como agencia, nuestro valor es tener ese control total del proceso, desde que la idea nace en la mesa de estrategia hasta que se materializa en el dosier impreso, garantizando que esa inmersión en la cultura del vino sea tan rica y profunda como la propia bebida.
Todo esto garantizará que nuestra marca refleje lo que la empresa es, su misión y sus valores, que consiga adaptar su contenido a su público objetivo y que se diferencia de la competencia.

A través del storytelling logramos transformar un simple folleto en un recurso valioso para la marca. Y eso no se consigue por casualidad, se consigue porque la originalidad se construye con estrategia, no con suerte.